Declaración
Final del XVII Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes
Nosotros,
los delegados al XVII Festival Mundial de la Juventud y los
Estudiantes, provenientes de 126 países y alcanzando la cifra de más
de 15000 delegados, nos reunimos bajo la consigna "Por un mundo
de paz, solidaridad y transformaciones sociales, derrotemos al
imperialismo" en la majestuosa, dinámica y vibrante tierra de
Sudáfrica; donde hemos luchado unidos durante décadas en todas las
esferas de la vida para derrotar la tiranía del régimen del
Apartheid impulsada para aumentar el dominio del imperialismo sobre
este pueblo. Luchamos con el pueblo de Sudáfrica y hoy nos
encontramos aquí para continuar nuestra lucha contra todas las
injusticias y discriminaciones.
Nos
reunimos en Sudáfrica en la víspera del Centenario del Movimiento
de Liberación del Congreso Nacional Africano (ANC por sus siglas en
ingles), a celebrarse en 2012. Esto lo hacemos con la intención
de realizar un balance con los compañeros para conocer cuánto han
podido avanzar en la construcción de una sociedad no racial, no
sexista, democrática y próspera, luchando con cada fibra de su ser
para derrotar al imperialismo en todas sus formas. Hemos venido
a celebrar el festival en Sudáfrica, conscientes del magnífico
papel desempeñado por su movimiento para llevar la democracia a este
país, y conscientes de que la Liga Juvenil del ANC estuvo entre los
miembros fundadores del movimiento de los Festivales y fue el primer
presidente africano de la Federación Mundial de Juventudes
Democráticas (FMJD por sus siglas en ingles). Nos encontramos
aquí para rendir homenaje a la contribución de Andile Yawa y de
todos los veteranos de los festivales anteriores por proporcionarnos
las herramientas para desarrollar la solidaridad, la hermandad y el
cambio mediante el movimiento de los festivales. Dedicamos este
festival a la lucha y al legado de dos héroes que han hecho posible
que podamos hablar de la Solidaridad y la Paz Mundial: el Comandante
en Jefe Fidel Castro y Madiba Nelson Mandela. Les damos las
gracias por su incansable espíritu.
Después
de haber comenzado en Praga, hace 63 años, el movimiento de los
Festivales, destacamos el importante papel desempeñado por el campo
socialista en apoyo a este importante evento de la juventud
antiimperialista. La propia ubicación del Festival es una
declaración de solidaridad con la lucha de su pueblo. El Festival es
una expresión de la lucha contra el imperialismo y la
explotación del hombre por el hombre. Se debe resaltar la
importancia de la contribución de Cuba socialista, no sólo porque
ya ha sido sede en dos ocasiones del festival, sino también porque
al realizarlo en 1997, ayudó al movimiento de los Festivales a
retomar su cauce a pesar de las dificultades que existían en el
decenio de 1990 en el movimiento de la clase trabajadora y el
movimiento antiimperialista internacional. Felicitamos a la FMJD en
su 65 aniversario por su contribución a la lucha por la paz, la
justicia y el movimiento de los Festivales, en este año en que se
celebra también los 65 años de la victoria de los pueblos sobre el
Nazi fascismo.
A
medida que el movimiento antiimperialista de la juventud y de los
pueblos desarrollaba su lucha, el imperialismo también buscó la
forma de consolidar sus fuerzas y fortalecer sus estructuras.
Hacen uso de todos los mecanismos a su alcance, como la OTAN, la UE,
el AFRICOM, el FMI, el BM, la OMC y todas las formas de intervención
posibles, tales como bloqueos, sanciones, embargos, conflictos,
intervenciones militares, guerras y ocupaciones contra los estados
soberanos y movimientos progresistas. El nuevo concepto
estratégico "OTAN 2020", que fue decidido en Lisboa a
comienzos del presente año, incorpora todos los cambios realizados
en sus estructuras de años anteriores (12 nuevos estados miembros,
uso del concepto de "Asociación para la Paz" en sus
planes), cambia la posición de la OTAN en relación con fuerzas que
antes estaban en confrontación con los imperialistas en el pasado
como por ejemplo Rusia, con su firma de acuerdos con ellos;
fortalecimiento de la cooperación con la Unión Europea, lo que
demuestra que la UE es un organismo imperialista para la creación y
entrenamiento de cuerpos militares, que actúan contra el
"extremismo" dentro y fuera de las fronteras de los países
miembros, dirigiéndose en primer lugar contra todos los que luchan
a favor de los derechos de los pueblos y los jóvenes, contra el
imperialismo. Bajo estas circunstancias, se intensifica el ataque
contra las fuerzas antiimperialistas, teniendo su expresión máxima
en las medidas anticomunistas.
La
crisis del sistema capitalista es inherente al fortalecimiento de sus
contradicciones internas, revelando su incapacidad histórica para
lograr el progreso de la humanidad. Esta crisis ofrece nuevas
bases para fuerzas imperialistas que están surgiendo, que en el
pasado se han enfrentado o han sido aliadas de los EE.UU. y la Unión
Europea, utilizando los diferentes momentos en las manifestaciones de
la crisis para aumentar su influencia en la pirámide imperialista, y
tratar de apropiarse de una mayor parte en la lucha capitalista por
los mercados y la explotación. No es el resultado de los
modelos de administración de la economía o de la corrupción del
sistema; sino que se expresa ahora en todo el mundo capitalista, en
los países con gobiernos neoliberales y socialdemócratas. Nos
encontramos en una fase de profundización de la crisis, donde la
recuperación en los próximos años será minúscula: todos los días
los derechos de la juventud continuaran siendo atacados a los niveles
social, económico y cultural. Esto demuestra los límites
históricos y el fracaso del sistema capitalista para responder a las
necesidades y aspiraciones de los pueblos, y destaca la necesidad de
crear una sociedad y un modelo de desarrollo que se esfuerce por
cumplir las necesidades y derechos de los jóvenes y pueblos en
general.
Los
derechos humanos y las libertades de las nuevas generaciones de
jóvenes se violan categóricamente en cada rincón del planeta. La
"globalización capitalista", el sistema de explotación y el
control de las personas y los recursos, está empujando masas de
jóvenes a los márgenes de la sociedad. Ellos son las primeras
víctimas de desigualdades sociales a todos los niveles. Los 212
millones de desempleados, en un mundo donde una ocupación precaria y
temporal es la regla, son pruebas de esto. Solo entre 2007 y 2009
aumentó en 34 millones. Debido a la crisis económica se perdieron
más empleos, condenando a más personas a la miseria y la pobreza.
Luchamos contra la eliminación de los derechos laborales de la
mayoría, especialmente los derechos de los jóvenes trabajadores que
sufren más los efectos del desempleo. Una generación de jóvenes se
ve transformada en una generación sin derechos.
Destacamos
el papel de las jóvenes mujeres en la lucha por su emancipación
como parte de la lucha general contra el imperialismo. Las mujeres,
que son atacadas con más fuerza por las políticas imperialistas,
merecen nuestra agradecimiento y apoyo total para poner fin a todos
los abusos y discriminaciones existentes en nuestro mundo como parte
de nuestra lucha para derrotar al imperialismo.
Las
"deudas externas y los déficits" que se han convertido en una
realidad para muchos países son el resultado de las políticas
seguidas por las fuerzas capitalistas en todos los países,
independientemente de su posición en la correlación de fuerzas.
Estos reflejan el desarrollo desigual y la división del trabajo en
el sistema capitalista y son utilizados de tal forma que la clase
dominante, tanto en los países prestamistas como en los
prestatarios, se haga más fuerte mientras que el pueblo carga sobre
sus espaldas el peso de la crisis. En el sistema imperialista
internacional no hay lugar para las relaciones de igualdad y respeto
mutuo entre los estados y pueblos. Esta es otra prueba de la
necesidad de una transformación social y revolucionaria para este
sistema que solo sostiene inequidad y miseria.
La
explotación imperialista de los recursos naturales del planeta con
fines de lucros y de forma desenfrenada sigue la lógica de la
destrucción y es la principal amenaza al medio ambiente y al futuro
del planeta. El tema ambiental está alcanzando una dimensión
alarmante debido a la producción de organismos genéticamente
modificados, que ponen en peligro el futuro de la humanidad. El agua
del planeta está siendo cada vez más un objetivo de la naturaleza
explotadora del capitalismo y se está usando como un arma política
y estratégica del imperialismo. La estrategia imperialista es
responsabilizar a las personas con los problemas del medio ambiente,
individualizando las soluciones que se presentan con el objetivo de
aumentar aun más las ganancias de las grandes compañías por medio
de los llamados "productos verdes".
La
política armamentista del imperialismo produce crisis tales como:
refugiados, millones de personas que son obligadas a abandonar sus
hogares, tierras, empleos y familias. Condenamos enérgicamente las
políticas económicas, las intervenciones y las ocupaciones
imperialistas que han causado millones de inmigrantes y apoyamos la
lucha en defensa de los derechos laborales, educacionales y de
servicios sociales de los inmigrantes. Ningún ser humano puede estar
ilegal.
Las
políticas imperialistas atentan contra el desarrollo pleno de la
educación y de los jóvenes, privándolos del acceso a una educación
gratuita y de calidad, es decir una escuela de libertad y compromiso
con la paz. Defendemos y luchamos por la educación como un bien
público y social, un derecho humano universal cuya gratuidad tiene
que ser garantizada por el estado. Rechazamos los intentos de
privatización a los que se han sometido muchas instituciones
públicas de diferentes niveles. Exigimos la retirada de la educación
de los acuerdos de la OMC - la educación no es mercancía!
El
incremento del uso de las drogas en los jóvenes es un fenómeno
peligroso que prueba la decadencia del sistema capitalista. Millones
de jóvenes viven con SIDA, principalmente en África y Asia. Las
grandes compañías farmacéuticas monopolizan la producción y
distribución de los medicamentos necesarios y se benefician de las
pandemias en lugar de proveer los medios para el tratamiento. Se
cometen abusos con los niños y son obligados a participar en
operaciones militares, a prostituirse y traficar drogas; el número
de niños que viven en las calles está en aumento.
A
pesar de este delito, las fuerzas progresistas y amantes de la paz
han estado resistiendo, conquistando victorias importantes y cada vez
más fuertes. La lucha por la paz ha sido muy importante a lo largo
de los años y con estas acciones recientes, intentamos elevar la
conciencia de las masas de jóvenes y hacer énfasis en la lucha
contra el enemigo de la paz, el imperialismo. La lucha a nivel
nacional juega un papel central en la lucha contra las medidas
específicas que afectan a la juventud. Destacamos la importancia de
las conquistas logradas por las luchas de los estudiantes, obreros,
campesinos, indígenas y los movimientos de mujeres en tiempos como
estos. Destacamos la importancia de varias victorias electorales y
otros resultados positivos de los partidos y coaliciones
progresistas.
África,
muchos años después de haber alcanzado su independencia política,
aún continua siendo un espacio de juegos de poder político y
económico para los Estados Unidos y sus aliados. El VIH/SIDA sigue
siendo un reto que amenaza la vida y que amenaza con acabar con la
raza africana, así como la Malaria y otras enfermedades fabricadas
por el imperialismo. Cada tres segundos muere un niño de SIDA y en
extrema pobreza. Condenamos las injustas sanciones en contra de
Eritrea y llamamos a la resolución bilateral del conflicto con
Etiopia sin ninguna intervención externa. El incremento de la
presencia de los Estados Unidos en África a través de AFRICOM,
usada como su proyecto militar expansionista en África, ha permitido
a los Estados Unidos someter a los países africanos a serias
amenazas militares. Denunciamos el establecimiento de bases militares
en nombre de AFRICOM y exigimos a Botswana que las retire
inmediatamente ya que constituyen una amenaza a la seguridad de los
países de la Comunidad para el Desarrollo de África Meridional
(SADC por sus siglas en ingles), y apoyamos la lucha de este pueblo
para conquistar la democracia. Condenamos la fundación deliberada de
sociedades civiles y partidos de oposición en África por el
Occidente que ocasiona cambios en el régimen bajo el disfraz de
acciones de desarrollo.
Condenamos
además al Tribunal Penal Internacional (ICC por sus siglas en
ingles) por el aparente ataque violento hacia líderes africanos, así
como por todas las campañas mediáticas promovidas por el
imperialismo para desestabilizar la región. Nos solidarizamos con la
juventud y pueblo de Suazilandia y exigimos la liberación de todos
los prisioneros políticos. Condenamos enérgicamente la continua
ocupación militar del Sahara Occidental por el reino de Marruecos y
exigimos el
respeto al derecho del pueblo saharaui a la auto-determinación y a
la independencia. El gobierno marroquí debe poner inmediatamente fin
al bloqueo de los territorios ocupados del Sahara Occidental y
permitir la entrada en el territorio a los observadores
internacionales y medios de comunicación independientes. Denunciamos
y condenamos todas las formas de violaciones de derechos humanos,
incluidas las persecuciones, detenciones arbitrarias, desapariciones
y juicios irregulares, etc., cometidos por las autoridades marroquíes
contra los civiles saharauis; y exigimos la liberación de todos los
presos políticos y que se destruya el muro que divide el territorio.
Hacemos una llamada de atención para el levantamiento inmediato de
las sanciones económicas en Zimbabwe que han continuado causando
dolor y sufrimiento a este pueblo y que son además un catalizador
del cambio de agenda del régimen en Zimbabwe. Nos solidarizamos con
el enfoque revolucionario en África, e instamos a mantenernos firmes
contra las tendencias imperialistas. Damos la bienvenida a la segunda
fase de la lucha del pueblo africano, la lucha por la independencia
económica a través de la indigenización, nacionalización o
cualquier otra forma de empoderamiento de sus pueblos. Felicitamos al
pueblo Angolano por el proceso de reconstrucción que se está
implementando en el país. Nos solidarizamos con los países de
África Occidental inmersos en crisis, golpes de estado e
inestabilidad política causados por la infiltración imperialista, y
hacemos un llamado a una solución urgente y al mantenimiento de la
estabilidad política. Llamamos a que se detengan las violaciones de
los derechos humanos en Sudan, particularmente en Darfur, y hacemos
un llamado a la paz en ese país, y a favor de la libertad de las
organizaciones de trabajadores. A pesar de eso, condenamos cualquier
tipo de intervención imperialista en contra de Sudan. La crisis en
Costa de Marfil, Níger y Guinea, como los problemas en Nigeria son
instructivos en la evaluación del panorama político actual en
África Occidental. Condenamos además la participación de los
aliados imperialistas en los asesinatos de jefes de Estado de Burkina
Faso, entre otros. Además, las presiones de Europa y los EE.UU. han
obligado a la firma de contratos que saquean los recursos minerales
(como pasa también en el Sahara Occidental por la UE), lo que ha
arruinado y empobrecido a la mayoría de los países. De esta manera
se le ha negado a estas naciones la capacidad de inversión local y
ha provocado una juventud fugitiva en busca de mejores condiciones de
vida, que ha resultado en la pérdida masiva de vidas humanas debido
a la emigración.
La
región de Asia-Pacífico se ha mantenido como una de las áreas más
explosivas en el mundo, un trampolín de provocación militar y
conflictos armados, así como de acumulación de armas e
interferencia que tienen seriamente amenazada la paz y la seguridad
en Asia y en el mundo en general. El presente desarrollo en esta
región ha demostrado que los EE.UU. y la OTAN tienen más
estrategias imperialistas para la región Asia-Pacífico. Esto tiene
como objetivo establecer nuevos grupos políticos militares con miras
a extender las esferas de las actividades militares que cubran toda
el área de Asia y el Pacífico. La creciente presencia militar de
los EE.UU. en el Océano Índico y el Pacífico, la alianza
estratégica de Estados Unidos e Israel, y la creciente cooperación
militar con regímenes reaccionarios en el Golfo representan una
seria amenaza para la paz, la estabilidad y la seguridad en la
región. En el sur de Asia, la intervención imperialista se ha
profundizado, en particular debido a la intervención de los EE.UU.
en Afganistán y Paquistán. La estrategia de los llamados Af-Pak de
los EE.UU. para defender sus intereses totalmente egoístas sólo ha
dado lugar a graves situaciones de inestabilidad política en la
región, por no mencionar los brutales asesinatos y la pérdida de
vidas y bienes a los que se enfrentan los pueblos del sur de Asia
debido a la flagrante agresión del imperialismo estadounidense.
Expresamos nuestro apoyo al pueblo y juventud de Irán en su lucha
contra el régimen represivo, anticomunista y no democrático, que
debe ser resuelto por su pueblo sin ninguna intervención
imperialista, algo que para nosotros es inaceptable. Denunciamos la
enorme presencia militar de los EE.UU. en la península de Corea y
exigimos que el Acuerdo de Armisticio de 1953 sea sustituido por un
acuerdo de paz global. Hacemos un llamamiento a los jóvenes del
mundo a unirse a la campaña de solidaridad internacional en apoyo a
los jóvenes coreanos en su justa causa por la reunificación
nacional bajo la bandera de la Declaración Conjunta Norte-Sur de 15
de junio, y para la construcción de un próspero y poderoso país
socialista. Condenamos el despliegue de tropas estadounidenses en las
Filipinas y su papel en el combate contra las fuerzas
revolucionarias nacionales. Mantenemos nuestra solidaridad con la
lucha de los jóvenes de Bangladesh. Expresamos nuestra solidaridad
con el pueblo y los jóvenes de Nepal en su lucha por una nueva
republica democrática federal. Exigimos el regreso, con respeto y
dignidad, de todos los refugiados de Bután a su país. Apoyamos la
lucha del pueblo birmano para la restauración de la democracia y la
liberación de todos los presos políticos y acogemos con beneplácito
la liberación de Aung San Suu Kyi. Expresamos nuestro apoyo a la
lucha de los movimientos progresistas de Sri Lanka por la unidad
nacional. Saludamos al pueblo y juventud vietnamitas en su lucha por
la independencia nacional y el socialismo y por la celebración del
65º aniversario del nacimiento de la República Democrática de
Vietnam (ahora Republica Socialista de Vietnam), además expresamos
nuestra solidaridad con las víctimas vietnamitas, en su lucha por la
justicia, por el uso por EE.UU. del Agente Naranja y la Dioxina.
En
América Latina y el Caribe las fuerzas progresistas han dado
importantes pasos en la lucha contra los intereses del imperialismo y
sus políticas de libre comercio. Estos avances se expresan en los
mecanismos de integración en la región, como el ALBA-TCP, UNASUR y
MERCOSUR y la futura creación de la Comunidad de los Estados de
América Latina y el Caribe. Nuestro objetivo es una distribución
igualitaria de los recursos del continente con medidas fiscales sobre
los grandes monopolios que nos permitan recuperarnos de más de 500
años de explotación y subdesarrollo. Denunciamos las políticas
intervencionistas del imperialismo estadounidense, en especial la
instalación de bases y misiones militares en la región, como ocurre
en Panamá, Colombia y Haití y la reactivación de la cuarta flota,
cuyo objetivo es reforzar la ofensiva contra la Revolución Ciudadana
de Ecuador, la Revolución Plurinacional de Bolivia, la Revolución
Sandinista de Nicaragua y, en particular, la Revolución Bolivariana
en Venezuela, ya que estos representan una alternativa histórica y
revolucionaria para el sistema capitalista. Denunciamos además otros
mecanismos de injerencia como el terrorismo y el tráfico de drogas
ya que tienen un impacto directo en pueblos como el de México.
Expresamos nuestra solidaridad con el pueblo colombiano que está
siendo víctima constante de asesinatos políticos impuestos por el
imperialismo, expresamos además nuestro rechazo al uso del canal de
Panamá para el intervencionismo geoestratégico, con el tránsito de
armamento bélico y nuclear. Apoyamos al pueblo de Puerto Rico en su
lucha por la plena auto-determinación y expresamos nuestra
solidaridad con la precaria situación de Haití, víctima del
colonialismo. Condenamos enérgicamente los golpes de estado
ocurridos en Honduras y Ecuador, dirigidos a desestabilizar los
procesos progresistas de la región y reconocemos el papel
desempeñado por lo miembros de la WFDY en ambos países resistiendo
y luchando. Exigimos justicia por el asesinato del compañero Edwin
Pérez, Secretario General de la Juventud Comunista de Ecuador, y
condenamos la injusta persecución a la que ha estado sometido el
pueblo Mapuche en Chile. Expresamos nuestra solidaridad con la lucha
de los jóvenes del Caribe. Expresamos nuestra solidaridad con la
lucha de los pueblos indígenas por su plena autodeterminación.
Conocemos que los jóvenes de Canadá y los Estados Unidos mantienen
amistad con los pueblos del mundo, no apoyan la guerra y al
imperialismo que sus gobiernos promueven. Condenamos el injusto
bloqueo económico, financiero y comercial impuesto contra el pueblo
cubano por más de 50 años en clara violación del derecho
internacional. Asimismo, exigimos la liberación inmediata de los 5
Cubanos presos injustamente en cárceles estadounidenses por más de
doce años.
Los
últimos años han ratificado a la Unión Europea como una
herramienta imperialista que apoya y promueve medidas para la
explotación de los pueblos y la juventud, interviniendo dentro y
fuera de los estados miembros, muchas veces bajo la supuesta defensa
de los "derechos humanos" que ellos mismo no respetan. Las
recientes "medidas de austeridad" que los gobiernos nacionales
han acordado implementar, de acuerdo con la UE, bajo el pretexto de
la crisis capitalista, demandan sacrificios por parte de los
trabajadores, mientras los monopolios (bancos y grandes
corporaciones) están recibiendo miles de millones para asegurar sus
ganancias, así como las medidas impuestas por los gobiernos son
pruebas de nuestro análisis. No obstante, la resistencia de los
pueblos ha tenido importantes expresiones en Gran Bretaña, Francia,
Alemania, Grecia, Irlanda, Portugal y España, donde los jóvenes
trabajadores han desempeñado un importante papel. En la educación,
ha habido una tendencia general de imponer barreras de clase y
privatizaciones por toda Europa, cuya expresión más notoria ha sido
el llamado "Proceso de Bolonia" y su implementación en cada
país. También han tenido lugar importantes luchas en la educación
superior y secundaria en la mayoría de países, para resistir la
ofensiva general contra el derecho a la educación. Junto con el
ataque a nivel social, el ataque contra los derechos democráticos en
general, y el anticomunismo en particular, han aumentando rápidamente
con una persecución cada vez mayor de los partidos comunistas y las
organizaciones juveniles en muchos países europeos, con particular
expresión en Europa del este con casos como los ocurridos en la
Republica Checa, Hungría, Polonia, Latvia, Lituania y Estonia, donde
los partidos comunistas han sido prohibidos (o han intentado
prohibirlos) debido al incremento y promoción de la influencia de
fuerzas neo-fascistas. Como antecedente a la crisis, las medidas
xenófobas guiadas bajo la doctrina de la "fortaleza europea", de
la UE han promovido la persecución de inmigrantes como justificación
a los problemas sociales que surgen de las políticas de los
gobiernos nacionales orientadas únicamente a la obtención de
ganancias, en un proceso con grandes implicaciones en países como
Francia, Alemania e Italia. Estamos en contra del cambio de fronteras
en los Balcanes, con la llamada "independencia" de Kosovo, que se
convirtió en una gran base militar de la OTAN y los EEUU. Expresamos
también nuestra solidaridad con el pueblo y la juventud de Chipre, y
la greco y turco-chipriota contra la ocupación turca. Destacamos los
grandes esfuerzos realizados desde la elección de Dimitris
Christophias como presidente de la Republica, y nuestro compromiso
con una federación bicomunal, bizonal, con una sola ciudadanía, una
sola identidad internacional y una sola soberanía como solución
justa para terminar la ocupación.
Expresamos
nuestra solidaridad con los estudiantes y jóvenes de Palestina, Iraq
y los países Árabes y apoyamos la persistencia de Palestina en la
resistencia contra la opresión y bloqueo. Denunciamos las prácticas
racistas e inhumanas del Israel sionista, con sus políticas de
asesinato, expulsión y asentamientos en Palestina, particularmente
en Jerusalén, y en otros territorios árabes ocupados. Exigimos
además el fin de la ocupación israelí, la eliminación de los
asentamientos y el muro del apartheid y apoyamos el establecimiento
de un estado palestino independiente con Jerusalén Oriental como su
capital de conformidad con las resoluciones de la ONU, solicitando a
las Naciones Unidas y a las naciones del mundo que reconozcan
inmediatamente el estado palestino. Denunciamos la guerra y bloqueo
contra Gaza, y exigimos su levantamiento y así como que los
criminales de guerra sionistas sean perseguidos. Solicitamos además
que se ponga nuevamente en vigor la resolución de las Naciones
Unidas que iguala el sionismo con el racismo. Hacemos un llamado por
la liberación inmediata de todos los prisioneros palestinos y árabes
detenidos en cárceles israelíes y estadounidense. Denunciamos la
ocupación de Iraq y apoyamos el derecho del pueblo iraquí a la
resistencia y exigimos la inmediata retirada de todas las fuerzas de
ocupación. Apoyamos la soberanía, seguridad, estabilidad y unidad
de Iraq. Denunciamos el terrorismo en todas sus formas, así como las
operaciones militares secretas de los EE.UU. en la región.
Expresamos nuestra solidaridad con Siria en contra de la ocupación
de las alturas sirias y denunciamos la "Ley de Responsabilidad de
Siria" aprobada por el Congreso de los Estados Unidos. Apoyamos las
luchas de la juventud libanesa por completar la liberación de Sheba
y Kfarshoba de la ocupación israelí y denunciamos la guerra israelí
de 2006 que ocasiono 1300 víctimas. Denunciamos las injerencias
extranjeras en los asuntos internos del Líbano. Apoyamos el dialogo
nacional en Yemen y destacamos la seguridad y unidad de Yemen.
Exigimos la retirada de España de Cebta y Mellilla. Apoyamos la
juventud de Egipto y de los estados del Golfo en su lucha por poner
en práctica los derechos democráticos, los principios de justicia e
igualdad y expresamos nuestra solidaridad en contra de las leyes
represivas y a favor de los derechos laborales. Solicitamos que se
resuelvan las causas de inmigración desde África hacia Europa a
través de los países del norte de África. Apoyamos las luchas de
la juventud Árabe por la integración económica y exigimos que se
destruya todo el arsenal nuclear israelí.
El
XVII Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes se celebra
durante el Año Internacional de la Juventud de las Naciones Unidas.
Como ocurrió en 1985, una vez más el FMJE es, hasta el momento, el
mayor evento juvenil de este ano. Y más importante aun, el FMJE es
la actividad más importante, porque aborda con más claridad los
problemas reales de la juventud. A diferencia de muchas otras
actividades y el marco actual del Año de la Juventud de las Naciones
Unidas, en este Festival, la juventud del mundo encuentra el mayor
escenario para denunciar los problemas y las ofensas que sufren a
causa del imperialismo y sus agentes.
Nosotros,
la juventud y los estudiantes del mundo, nos reunimos en este
Festival histórico, alzamos nuestras voces contra todos los males
generados por el imperialismo que atraviesa su mayor crisis global.
El orden mundial imperialista está llevando a la humanidad al borde
de una confrontación mundial, con el siempre presente peligro de una
guerra nuclear, mediante su política hegemónica que determinará el
presente y el futuro de la humanidad.
Es
momento de continuar la lucha por el desarrollo juvenil y por
nuestros valores económicos, sociales y culturales, y no aquellos de
un sistema decadente que tratan de imponernos. Construiremos un
futuro de justicia, igualdad, paz, esperanza y alegría para la
humanidad. El futuro de una nueva etapa de la historia está en
nuestras manos y depende de los pueblos, las masas trabajadoras, la
juventud mundial y su poder de transformación para construir un
mundo de paz y solidaridad, donde el poder y la riqueza producida sea
propiedad de los pueblos y de la juventud del mundo.
Agradecemos
al pueblo de Sudáfrica por recibirnos en su país y compartir con
nosotros la oportunidad de ver una Sudáfrica que cambia. Nosotros,
la juventud del mundo, nos comprometemos a nunca bajar la guardia en
la búsqueda de un mundo libre del imperialismo. Comencemos a
prepararnos para la XVIII Edición del Festival Mundial de la
Juventud y los Estudiantes.